Mucho se debatió hace ahora unos tres meses, sobre la forma física durante el off-season tras la aparición de Shawn Rhoden, Míster Olympia 2018, en una exhibición. El estado de forma, y especialmente, el volumen de grasa que Rhoden mostró en aquella exhibición, motivaron un amplio debate entre los aficionados sobre si el estado de forma demostrado por el actual campeón se debía al periodo de off-season o, si por el contrario, podría decirse que Rhoden está gordo.

En este sentido, la posición de Sergio García es clara. El que Rhoden apareciera en ese estado de forma física en la competición no es relevante. Quizá no debería haber salido así en una exhibición, pero en todo caso es algo que debería valorar únicamente el propio competidor y, como mucho, la organización del evento.

En todo caso, en esta aparición tan debatida, no es que Shawn Rhoden se encontrara fuera de temporada “sino que, simplemente, no estaba”. Sin entrenamiento o retomando los entrenos, empezando a tomar suplementos y calorías para su tamaño… El resultado en la exhibición era una forma física no adecuada para un Míster Olympia y representante máximo de nuestro deporte, pero no deja de tratarse de una exhibición y, por tanto, no es algo que debamos criticar.

En realidad, si Rhoden hubiera estado en su máximo nivel muscular, se hubiera visto bien en la exhibición a pesar del nivel medio alto de grasa con que acudió a ella. “Evidentemente, no era un gordo”, algo que según García hubiera sido muy claro de verse a cualquier persona gorda metida en un bañador. La cuestión en este caso es que, si ese nivel de grasa viene acompañado de entrenamiento y una buena densidad muscular, no resultaría criticable en una exhibición de un culturista de este calibre.

Pese a todo, es importante destacar que la química en sí misma no hace nada, sino que tan solo es un potenciador que hace que todo concuerde, pero no es el factor principal. Entonces, ¿por qué Rhoden apareció en ese estado? Fundamentalmente, porque “ha comido lo que le ha dado la gana”. En este sentido, Sergio García ha querido aludir a su experiencia como preparador, ya que a lo largo de su carrera ha tenido ocasión de ver tanto a deportistas totalmente naturales con un nivel de grasa muy bajo y un estado muy definido, como a otros de primer nivel de competición, no naturales y con un nivel de grasa muy alto.

Tengamos en cuenta que el off-season de fuera de temporada significa, en realidad, un periodo en el que deberíamos comer en cantidad, sin contar nutrientes ni macros. Se trata de aumentar el tamaño muscular y, para ello, hay que comer grandes cantidades, dentro de lo que el cuerpo admita, “no a ojo, pero prácticamente”. Un ejemplo que muchos recordaréis en este sentido es un vídeo de Ronnie Coleman echándose siete cazos de proteínas en un mismo batido.

“Yo no hago ninguno con menos de 100 gramos de producto”, asegura García, quien sin embargo ha visto dietas con apenas 20 gramos de proteína en una comida. Y es que, para ganar volumen, necesitamos buenos platos y en cantidad, ya sean de arroz, legumbres, patatas o carne. Se trata de generar un superávit calórico, es decir, que el cuerpo reciba más calorías de las necesarias y, de esta forma, construya nuevos tejidos y masa muscular.

No obstante, un caso diferente es el de quienes ya tienen esa masa muscular hecha y solo quieren volver a su estado anterior. Ellos sí pueden conseguir ambos objetivos al mismo tiempo: quitar grasa y volver a conseguir el tamaño muscular que tenían previamente.

Y, volviendo a la criticada aparición de Míster Olympia 2018, hay que entender que es producto de la suma del descanso de dieta con el descanso de entrenamiento. Ahora en septiembre, sin embargo, que llega la nueva competición de Míster Olympia, veremos un cuerpo totalmente diferente, fruto de su genética, de un entrenamiento adecuado, de la nutrición adecuada y, por supuesto, de la suplementación adecuada. Pero la base es siempre la misma: entrenamiento y nutrición, si queremos coger calorías; y, si queremos definir, empezar por recortar los sistemas energéticos.

En definitiva, abstengámonos de criticar y dejemos a los profesionales. Por algo, son los mejores del mundo y saben lo que hacen. Y, mientras esperamos a verlos en plena forma dentro de unos días, entrenemos duro y disfrutemos de este deporte, que es lo verdaderamente importante.