A la hora de enfocar mi entrenamiento me gusta tener las cosas claras, escapo de modismos y de teorías seudo-científicas.
Tengo claro que no me gusta perder el tiempo cuando estoy en el gimnasio y también tengo claro que estoy haciendo allí, puede sonar absurdo lo que digo, pero no lo es.
Muchas personas entran al gimnasio con el objetivo de hacer un número de series determinado o de levantar mucho peso, cualquiera de los enfoques es erróneo puesto que el entrenamiento para culturismo se trata de conseguir objetivos físicos, metas, visualizar cual es la forma que quieres conseguir y porque no, como quieres verte cuando estén colocándote la medalla de oro en tu cuello y atrás tus rivales con cara de decepción.
Todo esto a mí me ayuda a conectar la mente con el musculo y con el ejercicio.
Cada uno puede buscar su propia fuente de motivación, yo soy competidor de culturismo y esta es la mía.
Nunca cuento series ni repeticiones, tampoco miro el peso que coloco en mi barra y no miro el reloj nunca, porque se exactamente cuando estoy listo para hacer mi serie con éxito.
Muchas veces hago el ejercicio de limpiar mi mente de influencias externas y también limpio mi entorno de gente que no me aporta ningún beneficio en mi vida, de vez en cuando hay que hacer limpieza, el culturismo es un deporte muy exigente y que requiere de gran dedicación, es imposible dedicarte al 100% si tienes esa carga tóxica adicional,después de cumplir con tus obligaciones diarias, laborales y familiares.
El gimnasio es mi templo, mi santuario, cuando entreno allí solo somos los hierros y yo, no hay nada más en mi cabeza, es así desde que empecé a entrenar y sigue siendo así después de 30 años.
Cuando mi motivación está alta, no necesito mentalizarme de nada, es algo que fluye de manera natural.
Amo este deporte y soy sumamente competitivo, nunca trato de inculcar a nadie lo que yo hago o mi manera de ver las cosas al respecto, ni siquiera tampoco me planteo si es la mejor o si mis métodos de entrenamiento son los mejores, porque esto no me importa, lo que me importa es que lo sean para mí, porque cuando algo se hace con plena convicción el resultado es siempre positivo.
Disfrutar con la dureza del entrenamiento, disfrutar con la rigurosa dieta y disfrutar de ver como mis objetivos mentales se van haciendo físicos, esto me hace feliz y me empuja a entrenarme cada vez más duro.
Este año tengo mi mente puesta en la competición, no hay ningún detalle que deje a la suerte, todos los aspectos están controlados y plenamente planificados, necesito que sea así para que todo adquiera sentido y funcione.
No escucho a nadie, no me interesa la opinión ni el enfoque de nadie, tengo claro que funciona para mí y como he de utilizarlo para lograr lo que quiero.
Cada serie me acerca a mi objetivo, la hago sin dudar, con poder y decisión y no ahorro mi esfuerzo, no necesito hacer un gran número porque me aseguro de darlo todo, no hago series de relleno excepto las de calentamiento.